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Helen Mar
Kimball
Sellada en mayo de 1843
Helen nació el 22 de agosto de 1828, en Mendon, Nueva York, siendo la tercera hija de Heber Chase Kimball y Vilate Murray Kimball. En 1832, Heber y Brigham Young fueron de visita a un barrio de la iglesia en Columbia, Pensilvania, para investigar a los mormones.
Tres meses después, Heber fue bautizado, y tres años más tarde, fue llamado como uno de los primeros miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. Helen, que fue bautizada a la edad de ocho años en Kirtland, viajó con su familia a Misuri y después a Nauvoo.
El análisis del matrimonio plural de Helen Mar Kimball con José Smith ha generado controversias por muchas razones. Primero, ella solo tenía catorce años en el momento de su matrimonio. Helen narró una descripción de su introducción a la poligamia en 1882:
![Helen-Mar-Kimball-Whitney_p1700_3006.jpg](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_d4a11e497e7e4914874d321785e2ad78~mv2.jpg/v1/fill/w_210,h_339,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/Helen-Mar-Kimball-Whitney_p1700_3006.jpg)
"Con todas las falsas tradiciones en las que hemos nacido, y a consecuencia de la corriente en
degeneración con la cual la familia humana ha estado a la deriva en generaciones pasadas, y como el Señor no había organizado el sacerdocio sobre la tierra, no es de sorprender que, por ignorar Sus caminos, los sentimientos de nuestra naturaleza se rebelaran contra la doctrina de una pluralidad de esposas.
"Recuerdo cómo me sentí, pero sería un asunto difícil de describir —los diversos sentimientos, temores y tentaciones que pasaron por mi mente cuando mi padre [Heber C. Kimball] me presentó el principio por primera vez solo pueden imaginarse en lugar de relatarse; quien, en una mañana de verano de 1843, sin preámbulos, me preguntó si le creería si me dijera que estaba bien que un hombre casado tomara otras esposas. Basta decir que el primer impulso que sentí fue enojo, porque pensé que solo lo había dicho para probar mi virtud... Mi susceptibilidad fue afectada de forma dolorosa. Experimenté una sensación de daño y desagrado personal, porque creí que era completamente impropio por parte de mi padre mencionarme algo así, y tan pronto como me habló, le respondí, breve y enfáticamente: '¡No, no lo creería!' Siempre se me enseñó a creer que eso era un crimen perverso, indecente y antinatural; y con indignación me sentí ofendida.
"Esta fue la primera vez que me enojé abiertamente con él, pero me sorprendí un poco por su expresión, ya que, por el contrario, parecía bastante complacido. Entonces, comenzó a hablar seriamente, y analizó y explicó el principio, y por qué razón iba a establecerse otra vez en la tierra, etc., pero no me dijo en ese momento que alguien ya lo había practicado, sino que me dejó reflexionar al respecto por las próximas veinticuatro horas, tiempo durante el cual me llené de ideas distintas y contradictorias. Yo estaba escéptica, [era] su única hija, y sabía que él no la desecharía; esta era la única prueba convincente que tenía de que estaba bien. Sabía que él me amaba lo suficiente como para enseñarme algo que no fuera a inclinarse por lo que es estrictamente puro, virtuoso y exaltado; y nadie más pudo haberme influenciado o llevado a aceptar, en ese tiempo, una doctrina sumamente repugnante y tan opuesta a todas nuestras ideas y tradiciones anteriores. Esto sucedió justo antes de que empezara su última misión, pero a los estados del este. Por temor a que pudiera oírlo de alguna fuente equivocada, sabiendo, como él, que había otros que vendrían corriendo sin que nadie lo pidiese, y que algunos no dudarían en engañar y traicionar a los hermanos y a él, pensó que era lo mejor que lo escuchara de sus propios labios.
"Al día siguiente, el Profeta llamó a la puerta de nuestra casa, y me senté con mi padre y mi madre y le oí enseñar el principio y explicarlo más plenamente, y creí en ello, pero no obtuve ningún testimonio, solo tenía su palabra y el testimonio de mi padre. Pensé en eso lo suficiente, y no consideré necesario escudriñar más".1
Como Helen declaró, su padre actuó como mediador en la unión, motivado, al parecer, por su deseo de estar emparentado con el Profeta a través del matrimonio plural. En otra narración, Helen explicó: "Él [su padre, Heber C. Kimball] me enseñó el principio del matrimonio celestial, y teniendo un gran deseo de vincularse con el Profeta José, me ofreció a él; esto lo supe después de la propia boca del Profeta".2
Richard Anderson indicó: "Helen dice varias veces que su padre tomó la iniciativa de realizar un arreglo
matrimonial y muy posiblemente lo hizo con la mira de comprometerla con el Profeta antes de que su naciente vida social produjera una elección o una propuesta" de otra persona.3
Un segundo punto en controversia nos hace interrogar si la unión plural fue consumada.
Está claro que el sellamiento de Helen con José Smith le impidió socializar como una joven soltera. El primer documento que hace referencia a la relación es un poema de 1881 que Helen escribió y que ha sido interpretado de muchas formas:
"Creí que en esta vida el tiempo me pertenecía,
que el paso que ahora doy solo por la eternidad sería.
Nadie debe ser más sabio, pues seré libre al final,
tal como en el pasado, aquí el futuro será igual.
Para mi alma inocente, exenta de preocupación,
llena de alegre esperanza y de juvenil visión,
el mundo me era claro, las nubes se escondían,
pero ángeles detrás lloraban todo el día.
Mis amigos, más tímidos y fríos se volvieron.
De las lenguas solo dardos de veneno salieron.
Oh ingenuo corazón, tu sacrificio generoso
jamás midió el precio, tampoco el amargo costo;
condenaste a morir tus sueños de felicidad,
por este, tu destino, lejos de la sociedad.
Y sobre los recuerdos de pasadas alegrías
tu alma anida hoy, sintiendo que penas vendrían.
Como un ave encerrada que alto anhela volar,
extrañarás ser libre, murmurando en tu lugar.
"Pero viste el futuro y la gloriosa corona,
que en el Cielo te aguarda, no te aflijas por ahora.
Tu padre tuvo una pura y exaltada intención,
pues la gloria por cumplir con esta ley vio en visión.
Para miles que murieron sin la luz de la verdad
traeré el gozo eterno, tu corona haré brillar más.
Se me enseñó a honrar al Profeta del Señor
y a recibir su voz como si fuera de Dios.
Si de la boca de mi padre esto no hubiera venido,
como una verdad sagrada jamás la habría recibido".4
Un año después de escribir el poema anterior, ella dio más detalles:
"Durante el invierno de 1843, había un gran número de fiestas y bailes... Algunos de los caballeros jóvenes organizaban una serie de fiestas de baile, que se realizaban en la Mansión una vez por semana... Yo tenía que quedarme en casa, ya que el Profeta había aconsejado a mi padre mantener a su hija lejos de allí... Me sentí muy dolida por eso, y creí que era un acto muy cruel el que mi padre le permitiera [a mi hermano] salir y disfrutar del baile sin restricción con otros de mis compañeros y mantenerme encerrada, porque ninguna chica amaba bailar más que yo, y realmente sentí que era demasiado para soportar. Hacía a la escuela aún más aburrida, y como un ave salvaje yo anhelaba la libertad que se me negaba; y pensé que era una niña muy maltratada, y que era perdonable si murmuraba".5
Después de dejar la iglesia, la disidente Catherine Lewis reportó que Helen dijo: "Nunca me habría sellado a José si hubiera sabido que se trataba de algo más que una ceremonia".6 Suponiendo que esta declaración fuera precisa (lo que no es seguro en este caso), nos lleva a preguntarnos qué quería decir con "algo más que una ceremonia". Aunque la intimidad es una posibilidad, la interpretación más probable es que la ceremonia le impidió asociarse con sus amigos como una adolescente soltera, ocasionando su ansiedad dramática después del sellamiento.
El hecho de que Helen Mar Kimball no fuera llamada a testificar en el juicio del Terreno del Templo respalda la idea de que la unión nunca fue consumada. En 1892, la Iglesia Reorganizada SUD, dirigida por Joseph Smith III, demandó a la Iglesia de Cristo (Hendrickitas), disputando su afirmación de ser dueños del terreno del templo en Independence, Misuri, el cual Edward Partridge, en representación de la iglesia, había comprado en 1831 y que su esposa Lydia, siendo viuda, había vendido en 1848 para financiar el viaje hacia el oeste de su familia.7 Los Hendrickitas tenían la posesión física, pero la Iglesia Reorganizada SUD tomó la posición oficial de que, puesto que era la verdadera sucesora de la iglesia original fundada por José Smith, sería dueña de la propiedad completa.8
Aunque la Iglesia SUD de Utah no era parte de la demanda, proporcionó ayuda a los Hendrickitas. El asunto fue analizado de esta manera: Si los Hendrickitas podían comprobar que el matrimonio plural era parte de la Iglesia original, entonces la Iglesia Reorganizada SUD obviamente no era la verdadera sucesora puesto que le faltaría practicar tal doctrina clave. De manera irónica, los Hendrickitas se oponían firmemente al matrimonio plural y parece que solo trataron de investigar sobre la poligamia por fines estratégicos.9
Nueve de las esposas plurales de José Smith vivían en 1892, pero solo tres fueron llamadas: Emily Partridge (residente en Salt Lake City), Malissa Lott (que vivía treinta millas [cuarenta y ocho kilómetros] al sur de Lehi), y Lucy Walker (que vivía ochenta y dos millas [ciento treinta y dos kilómetros] al norte de Logan). Estas tres mujeres afirmaron que las relaciones sexuales formaron parte de su matrimonio plural con el Profeta.10
Si Helen hubiera estado relacionada sexualmente con el Profeta en su matrimonio plural, es difícil explicar por qué no fue llamada a testificar. Helen vivía en Salt Lake City (más cerca que Malissa Lott y mucho más cerca que Lucy Walker) y había escrito dos libros defendiendo el matrimonio plural. Su primer libro, Plural Marriage as Taught by the Prophet Joseph: A Reply to Joseph Smith, Editor of the Lamoni Iowa “Herald” [El matrimonio plural tal como lo enseñó el Profeta José: Respuesta a Joseph Smith, editor del "Herald" en Lamoni, Iowa] (Salt Lake City: Juvenile Instructor Office, 1882) fue una respuesta directa a las afirmaciones de la Iglesia Reorganizada SUD, el demandante en el juicio del Terreno del Templo. Su segundo libro, Why We Practice Plural Marriage [Por qué practicamos el matrimonio plural] (Salt Lake City: Juvenile Instructor Office, 1884), presenta una repetición de muchos de los mismos argumentos. El diario de Helen registra, en marzo de 1892, que estaba al tanto de la visita de un grupo de la Iglesia de Cristo (Terreno del Templo), pero no hay indicios de que ellos o los líderes de la Iglesia SUD se acercaran para pedirle que testifique.11
Sin duda, ella habría sido una excelente testigo para debatir y defender el hecho de que José Smith enseñó y practicó el matrimonio plural. Pero si ella no podía testificar como participante del matrimonio plural en su plenitud, con relaciones sexuales, su declaración no habría sido útil para los abogados del Terreno del Templo.
Los escépticos pueden argumentar que Helen o los líderes de la iglesia habrían mostrado renuencia para admitir que Helen tenía solo catorce años cuando fue sellada a José Smith. Sin embargo, en la década de 1840, una esposa de catorce años llamaba la atención, sin causar tanto escándalo, y tanto Helen como las autoridades de la iglesia estaban muy motivados para desmentir las afirmaciones de la Iglesia Reorganizada SUD.
Un tercer punto de controversia que involucra a Helen Mar Kimball se desprende de una declaración que escribió en una carta autobiográfica, en 1881, para sus hijos:
"Le escuché [a José Smith] enseñar y explicar el principio del matrimonio celestial. Después de lo cual me dijo: 'Si das este paso ahora, tu salvación eterna y tu exaltación será asegurada, junto con la casa de tu padre y la de toda tu familia'. Esta promesa era tan grande que me entregué voluntariamente para adquirir esa recompensa tan gloriosa".12
Los críticos hacen referencia a esta cita, algunas veces, como evidencia sólida de que el Profeta prometió la exaltación al menos a una de sus esposas plurales y a su familia si ellos consentían el matrimonio. Como es de esperar, tales relatos omiten el hecho de que un año después Helen aclaró que ella tal vez no pudo entender todo de manera correcta: "Confieso que era demasiado joven o demasiado 'ingenua' para comprender y apreciar todo" lo que José Smith enseñó en ese momento.13
La evidencia contemporánea de algunos miembros más maduros de la familia, que estaban en mejor posición para "comprender y apreciar" las promesas del Profeta a Helen, demuestra que su declaración refleja su falta de comprensión de las bendiciones que se predicaron en este sellamiento.
Pocas semanas después del matrimonio plural de Helen Mar con José Smith, el padre de Helen, Heber C. Kimball, expresó preocupación por su alma en una carta que le envió desde Pittsburg, escrita el 10 de julio de 1843, y le recordó que la salvación en la vida venidera dependería de la forma en que debía vivir ahora: "Hija mía, recuerda la preocupación que tienen tus queridos padres por tu bienestar en esta vida, que todo pueda terminar bien, desde la perspectiva de los mundos eternos, porque eso dependerá de lo que hagamos aquí, y de la forma en que lo hagamos".14
La madre de Helen, Vilate, había escrito a Heber un mes antes, el 8 de junio de 1843: "Soy tuya por este tiempo y por toda la eternidad. Esta bendición se ha sellado sobre nosotros por el santo espíritu de la promesa y no puede ser quebrantada sino por transgresión o por cometer un crimen tan grave que tu corazón o el mío no es capaz de realizar".15 Si la joven de catorce años, Helen Mar, entendió que su sellamiento eterno le aseguraba su exaltación, al parecer, era la única que tenía este pensamiento.
Trece meses después de su sellamiento con el Profeta, él fue asesinado. Años después, ella escribió esta reflexión:
"Estoy agradecida de que Él [el Padre Celestial] me haya hecho pasar por el horno de la aflicción y que se haya dignado a mostrarme que las promesas que se me hicieron la mañana que fui sellada al Profeta de Dios no fracasarán, y que la cadena no habría de romperse por mí, porque he tenido una visión del principio de salvación eterna y la perfecta unión que este poder sellador traerá a la familia humana, y con la ayuda de nuestro Padre Celestial, estoy decidida a vivir de tal manera que pueda reclamar esas promesas".16
Helen murió en Salt Lake City, Utah, en 1896, habiendo sido miembro de toda la vida de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Evidencias de Matrimonio Plural
Para obtener mayor información, véase "Las esposas plurales de José Smith después del martirio".
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Helen Mar Kimball Whitney, “Scenes in Nauvoo”, Woman’s Exponent 11, no. 5 (1 de agosto de 1882): 39. (atrás)
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Documento tipografiado y copia de la holografía reproducida en Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1997), 482–87. (atrás)
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Richard L. Anderson a Dawn Comfort, 9–15 de mayo de 1998, copia de la carta en Scott H. Faulring Papers, box (caja) 93, fds. 1–3, (cuenta 2316), Marriott Library. (atrás)
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Helen Mar Kimball Whitney, “Autobiography, 30 March, 1881”, Biblioteca de Historia de la Iglesia. Documento tipografiado y copia de la holografía reproducida en Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1997), 482–87. Traducción libre. (atrás)
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Woman’s Exponent 11, no. 12 (November 15, 1882), 90; véase Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1997), 224. (atrás)
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Catherine Lewis, Narrative of Some of the Proceedings of the Mormons; Giving an Account of their Iniquities (Lynn, Mass: by the author, 1848), 19. (atrás)
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Véase B. C. Flint, An Outline History of the Church of Christ (Temple Lot) 5th ed. (Independence, Mo.: Board of Publications, Church of Christ, 2005), 112. El término “Terreno del Templo” no es parte oficial del nombre de esta iglesia, pero se añade entre paréntesis para diferenciarlo de muchas otras iglesias con nombres similares. (atrás)
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S. Patrick Baggette II, “The Temple Lot Case: Fraud in God’s Vineyard”, Journal of the John Whitmer Historical Association 23 (2003): 136. (atrás)
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Véase R. Jean Addams, “The Church of Christ (Temple Lot) and the Reorganized Church of Latter Day Saints: 130 Years of Crossroads and Controversies”, Journal of Mormon History 36, no. 2 (2010): 29–53. (atrás)
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Malissa Lott, Deposition (declaración), Temple Lot Transcript (transcripción del caso del Terreno del Templo), Respondent’s Testimony (testimonio del entrevistado), Parte 3, página 105, pregunta 227; Lucy Walker, Deposition (declaración), Temple Lot Transcript (transcripción del caso del Terreno del Templo), Respondent’s Testimony (testimonio del entrevistado), Parte 3, págs. 450–51, 468, 473, preguntas 29–30, 463–74, 586. Véase también Lucy Walker, “Lucy Walker Statement”, sin fecha, citado en Rodney W. Walker y Noel W. Stevenson, Ancestry and Descendants of John Walker [1794–1869] of Vermont and Utah, Descendants of Robert Walker, an Emigrant of 1632 from England to Boston, Mass., 35. (atrás)
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Charles M. Hatch y Todd M. Compton eds., A Widow’s Tale: The 1884–1896 Diary of Helen Mar Kimball Whitney (Logan: Utah State University Press, 2003), 494–95. Los escritos del diario en los días en que se realizaban las declaraciones incluyen el lamento de Helen por sus problemas de salud, pero también relata su visita a familiares y amigos. Por ejemplo, el 14 de marzo ella escribió: “La bebé de Sol murió” ella “bajó” para visitarla. Al día siguiente, asistió al funeral. Íbid., 495. (atrás)
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Helen Mar Kimball Whitney, “Autobiography, 30 de marzo de 1881,” MS (manuscrito) 744, Biblioteca de Historia de la Iglesia. Documento tipografiado y copia de la holografía reproducida en Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1997), 482–87. (atrás)
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Helen Mar Whitney, Plural Marriage as Taught by the Prophet Joseph: A Reply to Joseph Smith, Editor of the Lamoni Iowa “Herald” (Salt Lake City: Juvenile Instructor Office, 1882), 37. (atrás)
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Heber Kimball a Helen Mar Kimball, 10 de julio de 1843, reimpreso en Helen Mar Kimball Whitney, “Scenes and Incidents in Nauvoo”, Woman’s Exponent 11, no. 5 (1 de agosto de 1882): 39–40. Véase tambíén Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1997), 198–99. (atrás)
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Vilate Kimball a Heber C. Kimball, 8 de junio de 1843, Biblioteca de Historia de la Iglesia. (atrás)
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Helen Mar Kimball Whitney, “Autobiography, 30 March 1881”, MS (manuscrito) 744, Biblioteca de Historia de la Iglesia. Documento tipografiado y copia de la holografía reproducida en Jeni Broberg Holzapfel y Richard Neitzel Holzapfel, eds., A Woman’s View: Helen Mar Whitney’s Reminiscences of Early Church History (Provo, Utah: Religious Studies Center, BYU, 1997), 482–87. (atrás)