![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_aac65f410117428aa39546b81aa05cbe~mv2_d_2560_1600_s_2.jpg/v1/fill/w_1920,h_1200,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_aac65f410117428aa39546b81aa05cbe~mv2_d_2560_1600_s_2.jpg)
![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_2272942b4edf477fa571c31a03a49306~mv2.jpg/v1/fill/w_324,h_241,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_2272942b4edf477fa571c31a03a49306~mv2.jpg)
![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_17c3ff7c79964db2bd253db039b28d88~mv2.jpg/v1/fill/w_533,h_300,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_17c3ff7c79964db2bd253db039b28d88~mv2.jpg)
Lucy
Walker
Sellada el 1 de mayo de 1843
Nacida el 30 de abril de 1826, en Peacham, Vermont, Lucy fue la cuarta hija de John Walker y Lydia Holmes Walker. En 1832 su padre fue bautizado en la iglesia, y dos años después su madre lo hizo también. Lucy se unió a la iglesia en 1835, y tres años después, la familia partió a Misuri. Su estadía en ese lugar fue breve. En abril de 1839, la familia Walker se estableció en Nauvoo, Illinois en la primavera de 1841.
Su madre murió menos de un año después, el 15 de enero de 1842. Lucy escribió las repercusiones del suceso:
![Lucy-Walker-Smith-Kimball_p8004_b1_fd22_](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_80b812eb7af94d968038e7890f88bffc~mv2.jpg/v1/fill/w_179,h_285,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/Lucy-Walker-Smith-Kimball_p8004_b1_fd22_.jpg)
"Diez hijos se quedaron sin madre, y no cualquier Madre. El menor ni siquiera tenía dos años. ¿Qué íbamos a hacer? La salud de mi padre parecía ceder bajo esta intensa aflicción. El Profeta vino a rescatarnos. Él dijo: 'Hermano Walker, si permaneces aquí pronto seguirás a tu esposa. Debes cambiar de lugar, cambiar tu entorno. Tienes una familia como la que yo podría amar. Mi casa será su casa. Los adoptaré como si fueran míos. Por el momento, te aconsejaría vender tus pertenencias, lleva a los pequeños con algunos buenos amigos, y los cuatro mayores vendrán a mi casa y serán recibidos y tratados como mis hijos, y si me entero que los demás no están contentos, o no se les trata bien, los llevaré a casa y los cuidaré hasta que regreses'. Yo apreté mis manos en la agonía de mi desesperación ante la idea de que nos estábamos separando como familia, y que se nos alejaba de nuestros seres queridos. Pero el Profeta dijo: 'Mi hogar será su hogar, será de ustedes por la eternidad'. No le entendí. Sin embargo, mi padre nos consoló al decir que dos años pasarían pronto, entonces, con la salud renovada esperaba regresar y hacernos volver a casa, donde estaríamos juntos de nuevo... El Profeta y su esposa nos presentaron como sus hijas. Se nos otorgó todo privilegio en su hogar. Se nos dio cada privilegio que estaba a nuestro alcance. A menudo se refería al hermano Lorin como su "Edwin". Era, en verdad, su amigo confidencial y de confianza. Siempre estaba a su lado, y tomados del brazo caminaban y discutían libremente sobre varios temas".1
Parece que Lucy Walker fue una de las primeras mujeres en aprender sobre la restauración del matrimonio plural del mismo Profeta. En 1892, ella recordó: "El tiempo llegó en el '42. Fue la época en que este principio [del matrimonio plural] se enseñó por primera vez, pero se había revelado al Profeta en el '31, pero no lo dio a conocer en ese entonces, solo a unos pocos en quienes confiaba y sentía confianza absoluta, porque sabía la importancia y la responsabilidad del paso que estaba dando".2 Puesto que el padre de Lucy estaba lejos, en una misión, el Profeta se acercó primero a su hermano William Holmes Walker antes de hacer su proposición. William recordó que a inicios de la década de 1840, cabalgó hasta Nauvoo para visitar a su madre enferma. Allí, el Profeta le presentó el tema del matrimonio plural:
"Fui donde José Smith, y se me dio la bienvenida. Supe que mi madre estaba viviendo en la isla del Río Misisipi, y que era peligroso cruzar por la gran cantidad de hielo que corría. A la mañana siguiente, el Profeta me invitó a enganchar mi caballo con uno de los suyos en un carruaje, y dar un paseo con él. Pasamos viajando todo el día por la ciudad y el condado haciendo cierto número de visitas de negocios [y] de distracción. En esta ocasión, se me presentó el tema del matrimonio celestial o plural. Al volver a casa, él comentó que 'Si había algo que no entendía, que esperara un poco, y que lo entendería'.
"En la primavera de 1843, ya que mi padre estaba lejos en una misión, el Profeta pidió mi consentimiento para casarse con mi hermana Lucy. Yo respondí que solo si ella elegía hacerlo; que si ella ingresaba al orden Celestial del matrimonio por su libre voluntad y elección, no tendría objeción alguna. De hecho, esto era contrario a mi propia educación y tradición anterior. También era demasiado diferente al camino que normalmente los monógamos seguían. En lugar de optar por engañarla, prostituirla y llevarla a su ruina, él tomó un camino sencillo, honorable e íntegro, sin privarle de su albedrío en ninguna manera.
"Cuando mi padre regresó de su misión, habiéndosele explicado más plenamente el asunto referente a la doctrina, recibió su respaldo y todas las partes involucradas recibieron su aprobación".3
En 1902, Lucy resumió su experiencia:
"Cuando el Profeta José Smith me habló sobre el principio del matrimonio plural por primera vez me sentí muy indignada y así me expresé a él, porque mis sentimientos y mi educación sentían repugnancia por cualquier cosa de esa naturaleza. Pero él me aseguró que esta doctrina se lo había revelado el Señor, y que yo tenía derecho a recibir un testimonio de su origen divino por mí misma. Él me aconsejó que orara al Señor, lo cual hice, y acto seguido, recibí de él un poderoso e irresistible testimonio de la veracidad y divinidad del matrimonio plural, testimonio que me ha acompañado desde entonces".4
La historia de Lucy fue publicada también en 1888:
"En el año de 1842, el Presidente José Smith buscó entrevistarse conmigo, y dijo: 'Tengo un mensaje para ti. Dios me ha mandado que tome otra esposa, y tú eres la indicada'. Mi asombro no conocía límites. Este anuncio fue en realidad como un rayo para mí. Me preguntó si creía que él era un profeta de Dios. 'Con toda seguridad', contesté. Me explicó plenamente el principio del matrimonio plural. Dijo que este principio se iba a restaurar otra vez en la tierra para el beneficio de la familia humana, que probaría ser una bendición sempiterna para la casa de mi padre, y formaría una cadena que nunca se rompería, mundos sin fin. '¿Qué puedes decir al respecto?', preguntó. 'Nada' [respondí]. ¿Cómo podía hablar, o qué podía decir? Él dijo: 'Si oras con sinceridad para obtener luz y conocimiento en relación a esto, recibirás un testimonio de la veracidad de este principio'. Creí que oraba sinceramente, pero estaba tan reacia a considerar el asunto de manera favorable que temo que no pedí luz con fe. En lugar de luz, una densa oscuridad tomó posesión de mi mente. Fui tentada y torturada más allá de la resistencia hasta que no deseaba vivir. Oh, si la tumba me recibiera con bondad, para que pudiese hallar descanso en el seno de mi querida madre. Por qué debía ser yo la elegida entre tus hijas, Padre, solo soy una muchacha en años y experiencia, sin una madre que me consolase [ella murió en enero de 1842]; sin un padre cerca para decirme qué hacer en esta hora de prueba [estaba en una misión con un clima más cálido por su salud]. Oh, deja pasar esta amarga copa. Y así oraba en la agonía de mi alma.
"El Profeta percibió mi angustia. Vio cuán desdichada me encontraba, y buscó una oportunidad para hablar conmigo otra vez sobre el tema, y dijo: 'Aunque no puedo reconocerte como mi esposa, por las circunstancias existentes, el tiempo está cerca en que iremos más allá de las Montañas Rocosas y entonces serás reconocida y honrada como tal'.5 También dijo: 'Aún los justos creerán y practicarán este principio. No tengo palabras halagadoras que ofrecer. Es un mandamiento de Dios para ti. Te daré hasta mañana para decidir este asunto. Si rechazas este mensaje la puerta se cerrará para siempre contra ti'.
"Esto despertó cada gota de sangre escocesa en mis venas. Por unos momentos permanecí sin miedo ante él, y le miré a los ojos. Sentí en ese momento que era llamada a ponerme a mí misma sobre el altar de un sacrificio viviente—tal vez para soportar al mundo en vergüenza e incurrir en el desagrado y desprecio de mis jóvenes compañeros; todos mis sueños de felicidad volaron a los cuatro vientos. Esto era demasiado, porque hasta ahora ninguna sombra se había cruzado en mi camino, aparte de la muerte de mi querida madre. Para mí el futuro había sido un día brillante y despejado. Me había quedado sin palabras, pero al final pude hablar y dije: 'Aunque seas un profeta de Dios no podrás inducirme a tomar un paso de tan gran importancia, a menos que supiera que Dios ha aprobado mi camino. Preferiría morir. Intenté orar pero no recibí consuelo, ninguna luz', y le prohibí enfáticamente que me hablara otra vez sobre el tema. Cada sentimiento de mi alma se rebeló contra esto. Y le dije: 'El mismo Dios que ha enviado este mensaje es el Ser que he adorado desde mi infancia y Él debe manifestarme Su voluntad'. Él caminó a través de la habitación, regresó y se puso de pie frente a mí con la más bella expresión en su rostro, y dijo: 'Que el Dios Todopoderoso te bendiga. Tendrás la manifestación de la voluntad de Dios con respecto a ti; un testimonio que nunca podrás negar. Te diré lo que será. Será un gozo y una paz tal que nunca has conocido'.
"Oh, cuán fervientemente oré para que estas palabras se cumplieran. Era cerca del amanecer después de otra noche sin dormir cuando mi cuarto se iluminó con una influencia celestial. Para mí fue, en comparación, como el sol brillante abriéndose paso a través de la oscura nube. Las palabras del Profeta en verdad se cumplieron. Mi alma se llenó de una calma y una paz tan dulce que 'nunca había conocido'. Se apoderó de mí la felicidad más inmensa, y recibí un testimonio poderoso e insuperable de la veracidad del matrimonio plural, la cual ha sido como un ancla para mi alma a través de todas las dificultades de la vida. Sentí que debía salir al aire de la mañana y cantar a los cuatro vientos el gozo y la gratitud que llenó mi alma. Al bajar las escaleras, el Presidente Smith abrió la puerta abajo, me tomó de la mano y dijo: 'Gracias a Dios, ya tienes un testimonio. Yo he orado también'. Me condujo a una silla, puso sus manos sobre mi cabeza, y me bendijo con cada don que mi corazón probablemente podía desear.
"El primer día de mayo de 1843, consentí en convertirme en la esposa del Profeta, y fui sellada a él por tiempo y por toda la eternidad, en su propia casa por el Élder William Clayton".6
Un relato de segunda mano cuenta que Lucy recibió la aparición de un ángel para calmar sus preocupaciones:
"Fui a vivir con la familia de José Smith cuando era una jovencita y después que crecí lo suficiente, José me pidió que me casara con él. Me sentí muy insultada y él me dijo que si quería saber si el principio era verdadero, podía acudir a Dios y averiguarlo. Una noche, después de cenar, salí al huerto y me arrodillé y oré a Dios pidiendo información. Después de orar, me levanté y caminé por el huerto y me arrodillé otra vez y repetí esto durante la noche. Finalmente, cuando estaba orando por última vez, un ángel del Señor se me apareció y me dijo que el principio era de Dios y que lo aceptara".7
Lucy relató: "[José Smith] dijo que este principio se iba a restaurar otra vez en la tierra para el beneficio de la familia humana, que probaría ser una bendición sempiterna para la casa de mi padre, y formaría una cadena que nunca se rompería, mundos sin fin". Algunos escritores han interpretado esto como que si Lucy era sellada a José, entonces "la casa de [su] padre" sería beneficiada.8
Un estudio más profundo demuestra que el "principio" de sellar a la familia humana en una cadena (no el matrimonio de Lucy con el Profeta), era la fuente real de la "bendición para la casa de [su] padre". Las enseñanzas de José Smith exponen la autoridad para sellar que permite que las familias sean unidas en una "cadena" o "eslabón" compuesto del sellamiento de los padres con sus hijos hasta Adán, lo cual trae bendiciones eternas (DyC 128:18).
La pregunta acerca de si hubo relaciones íntimas en su matrimonio plural con José Smith fue tocada durante la declaración de Lucy en el juicio del Terreno del Templo en 1892. (Clic aquí para ver evidencias). Cuando se le preguntó: "¿Viviste con José Smith como su esposa?". Ella respondió: "Él era mi esposo, señor".9
Esta respuesta es un poco ambigua, y es mejor entenderlo a la luz de su declaración: "También puedo testificar que Emma Smith, la primera esposa del Profeta, dio su consentimiento para que su esposo se casara por lo menos con cuatro jóvenes más, y que estaba muy al tanto de que se asoció con ellas como esposas en todo el sentido de la palabra".10
Otras fuentes corroboran que Lucy experimentó relaciones conyugales con José Smith. Por ejemplo, D. H. Morris citó las palabras de ella diciendo: "[Yo] me casé con José Smith como esposa plural y viví y cohabité con él como tal".11
Theodocia Frances Walker Davis (sobrina de Lucy Walker) afirmó en 1876: "La Sra. Davis, hija de Wm [William] Walker [el hermano de Lucy] en Salt Lake. Ella dice que Lucy Walker le dijo que vivió con José Smith como su esposa".12
Angus Cannon declaró que, con respecto a la falta de descendencia de las esposas plurales del Profeta: "Todo lo que supe era que Lucy Walker lidiaba consigo misma. Ellas estaban tan nerviosas y vivían en constante temor de que no tuvieran que concebir".13
Cannon refirió una versión más completa de la declaración en 1888. Lucy comentó: "Ellos [los hijos de José Smith que le habían visitado] parecen estar sorprendidos de que no hubiera descendencia de los matrimonios plurales de su padre. Si pudieran darse cuenta de la peligrosa vida que tuvo, después que se dio la revelación, podrían comprender la razón. Fue hostigado y perseguido, y vivía en constante temor de ser traicionado por aquellos que debieron ser leales a él".14
Los recuerdos de Lucy Walker son la fuente de varias declaraciones de José Smith con respecto al matrimonio plural. Por ejemplo, en cuanto a los motivos para practicar el matrimonio plural, ella recordó el consejo del Profeta: "Los hombres no tomaron esposas plurales porque ellos se enamoraron o porque se sintieron atraídos o porque [ellas] tenían buen cuerpo, sino porque era un mandamiento de Dios".15
Ella también describió la relación que debía existir en los matrimonios plurales: "Él [José Smith] a menudo mencionaba los sentimientos que debían existir entre esposo y esposas; que ellas, sus esposas, deberían ser sus íntimas compañeras, el objeto más cercano y más amado sobre la tierra en todo sentido de la palabra".16
También recordó su énfasis de que las esposas plurales no debía ser obligadas o manipuladas: "Una mujer debía poder elegir, este era un privilegio que no se le habría de negar".17
Lucy murió en 1910, como miembro fiel de la Iglesia.
Evidencias de Matrimonio Plural
Para obtener mayor información, véase "Las esposas de José Smith después del martirio".
-
Lucy Walker Kimball, “Statement", Biblioteca de Historia de la Iglesia, MS (manuscrito) 9827, Typescript (documento tipografiado), 4; véase también Lyman Omer Littlefield, Reminiscences of Latter-day Saints (Logan: The Utah Journal Co., 1888), 43–44. (atrás)
-
Lucy Walker, deposition (declaración), Temple Lot transcript (transcripción del caso del Terreno del Templo), respondent’s testimony (testimonio del entrevistado), parte 3, página 450, pregunta 27. (atrás)
-
William Holmes Walker, Reminiscence and Diary (Recuerdos y diario), 7–10, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Ms (manuscrito) 1890. (atrás)
-
Lucy Walker, Declaración jurada fechada el 17 de diciembre de 1902, MS (manuscrito) 3423, Biblioteca de Historia de la Iglesia; Journal History, 1 de mayo de 1843; Joseph Fielding Smith, Blood Atonement and the Origin of Plural Marriage (Salt Lake City: Deseret News, 1905), 68–69; Joseph F. Smith affidavit books, 1:66; 4:68. Esta declaración jurada contiene la misma redacción exactamente igual que la segunda con fecha del 24 de octubre de 1902 titulada: “Oath of Lucy Walker Smith: Wife of Joseph Smith, Jr.”, fotocopia en posesión del autor. (atrás)
-
Lucy testificó en 1892: “Bajo las circunstancias existentes no podíamos ir con su nombre hacia allá… [Al final dijo que] podíamos ser reconocidas como sus esposas… El Presidente Smith mismo dijo que el día llegaría… él proclamó repetidas veces que iríamos más allá de las montañas.” (deposition [declaración], Temple Lot transcript [transcripción del caso del Terreno del Templo], respondent’s testimony [testimonio del entrevistado] (parte 3), página 467, preguntas 432, 435, 437, 446). (atrás)
-
Lyman Omer Littlefield, Reminiscences of Latter-day Saints: Giving an Account of Much Individual Suffering Endured for Religious Conscience (Logan: Utah Journal Co, 1888), 46–48; véase también el testimonio en Andrew Jenson, “Plural Marriage”, Historical Record 6 (Julio de 1887): 229–30. (atrás)
-
Documento mecanografiado sin título, “Lo siguiente fue dicho por el juez D. H. Morris de St. George, Utah…” copia en Vesta P. Crawford Collection, Marriott Library, University of Utah, MS (manuscrito) 125, bx (caja) 1, fd (fólder) 5. (atrás)
-
Véase por ejemplo, Todd Compton, In Sacred Loneliness: The Plural Wives of Joseph Smith (Salt Lake City: Signature Books, 1997), 463–64; Kathryn Daynes, “Mormon Polygamy: Belief and Practice in Nauvoo”, en Kingdom on the Mississippi Revisited: Nauvoo in Mormon History, Roger D. Launius and John E. Hallwas, eds. (Urbana: University of Illinois Press, 1996), 137 (130–46). (atrás)
-
Lucy Walker, Deposition (declaración), Temple Lot Transcript (transcripción del caso del Terreno del Templo), Respondent’s Testimony (testimonio del entrevistado), parte 3, páginas 450–51, 468, 473, preguntas 29–30, 463–74, 586. (atrás)
-
Andrew Jenson, “Plural Marriage”, Historical Record 6 (Julio de 1887): 229–30. (atrás)
-
D. H. Morris, declaración sin título tipografiada, 12 de junio de 1930. (atrás)
-
Joseph Smith III, Journal (diario), 12 [¿o 18?] de noviembre de 1876. (atrás)
-
Angus Cannon, Declaración que reporta una entrevista con José Smith III, 1905, Biblioteca de Historia de la Iglesia. (atrás)
-
Lucy Walker, citado en Lyman Omer Littlefield, Reminiscences of Latter-day Saints: Giving an Account of Much Individual Suffering Endured for Religious Conscience, 50. Véase también Rodney W. Walker y Noel W. Stevenson, Ancestry and Descendants of John Walker (1794–1869) of Vermont and Utah, Descendants of Robert Walker, an Emigrant of 1632 from England to Boston, Mass. (Logan: Utah Journal Co, 1888), 35. (atrás)
-
Lucy Walker en “Talks of Polygamy”, Salt Lake Tribune, 24 de diciembre de 1899. (atrás)
-
Lyman Omer Littlefield, Reminiscences of Latter-day Saints: Giving an Account of Much Individual Suffering Endured for Religious Conscience (Logan: Utah Journal Co, 1888), 45–46. (atrás)
-
Lucy Walker Kimball, “A Brief Biographical Sketch of the Life and Labors of Lucy Walker Kimball Smith”, Biblioteca de Historia de la Iglesia; citado en Lyman Omer Littlefield, Reminiscences of Latter-day Saints: Giving an Account of Much Individual Suffering Endured for Religious Conscience (Logan: Utah Journal Co, 1888), 46. Mientras arreglaba un matrimonio para su hermano William Smith, José supuestamente respetó su idea de invitar a la mujer, Mary Ann Covington, a participar solo si ella “se sentía dispuesta a consentirlo”. Mary Ann West, deposition (declaración), Temple Lot transcript (transcripción del caso del Terreno el Templo), respondent’s testimony (testimonio del entrevistado), parte 3, páginas 495–96, 504, preguntas 13, 272. Según su testimonio, esta fue la única vez en la que analizó el matrimonio plural con el Profeta. Véase íbid., página 503, preguntas 264–65. (atrás)