![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_aac65f410117428aa39546b81aa05cbe~mv2_d_2560_1600_s_2.jpg/v1/fill/w_1920,h_1200,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_aac65f410117428aa39546b81aa05cbe~mv2_d_2560_1600_s_2.jpg)
![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_2272942b4edf477fa571c31a03a49306~mv2.jpg/v1/fill/w_324,h_241,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_2272942b4edf477fa571c31a03a49306~mv2.jpg)
![](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_17c3ff7c79964db2bd253db039b28d88~mv2.jpg/v1/fill/w_535,h_301,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/0fee24_17c3ff7c79964db2bd253db039b28d88~mv2.jpg)
Sarah Ann
Whitney
Sellada el 27 de julio de 1842
Sarah Ann Whitney nació el 22 de marzo de 1825, hija de Newel K. Whitney y Elizabeth Ann Smith en Kirtland, Ohio. Cinco años después, los Whitney escucharon de un nuevo Profeta llamado José Smith.
"Un día, en febrero de 1831, un trineo que llevaba varias personas y venía desde el este se detuvo frente al negocio mercantil de Gilbert y Whitney. Un hombre joven y robusto, bajó de un salto, y subiendo ágilmente los escalones, entró en la tienda y avanzó hasta donde estaba el socio menor del establecimiento. Y extendiendo su mano como si se tratara de un viejo amigo, exclamó: 'Newel K. Whitney, ¡usted es el hombre!'
"El comerciante se quedó mirándole sorprendido, porque nunca antes había visto a esta persona. Él dijo: 'Usted me lleva ventaja, forastero; no me es posible llamarlo por su nombre, como usted lo ha hecho conmigo.'
"'Soy José, el Profeta', dijo el extranjero, sonriendo. 'He venido en respuesta a sus oraciones. ¿Qué desea de mí?'".1
![Sarah-Whitney-Kimball_p8004_b1_fd22_11-1](https://static.wixstatic.com/media/0fee24_a84f0bde499b4e5f8f0a0df66c9bee3a~mv2.jpg/v1/fill/w_189,h_300,al_c,q_80,enc_avif,quality_auto/Sarah-Whitney-Kimball_p8004_b1_fd22_11-1.jpg)
Poco después de esta reunión, Newel fue llamado como obispo de la Iglesia en Kirtland, donde vivió hasta 1837. Después de su estancia de dos años en Misuri, la familia Whitney se mudó a Nauvoo.
El 19 de junio de 1869, Sarah Ann Whitney, firmó la siguiente declaración jurada:
"Téngase presente que el día diecinueve de junio del año de 1869, apareció personalmente ante mí, Elias Smith, Juez del Tribunal de dicho Condado, Sarah Ann Kimball, a quien hice jurar conforme a ley, y bajo juramento dijo, que el día veintisiete de julio del año de 1842, en la Ciudad de Nauvoo, Condado de Hancock, Estado de Illinois. Ella se casó con José Smith, el Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o fue sellada a él por Newel K. Whitney, Obispo Presidente de dicha Iglesia, de acuerdo con las leyes de la misma que regulan el matrimonio; en presencia de Elizabeth Ann Whitney, su madre".2
El matrimonio de Sarah Ann con el Profeta, el 27 de julio de 1842, fue peculiar de muchas maneras. Primero, su padre y su madre fueron los primeros padres en dar su permiso explícito para que su hija contrajera un matrimonio plural. Ellos dijeron haber recibido su propio testimonio que confirmó el principio, lo que les llevó a aceptarlo. Helen Mar Kimball Whitney, la cuñada de Sarah, recordó:
"El obispo Whitney no era un hombre que aceptaba al instante cada doctrina que se le enseñaba, e iría a preguntar al Profeta muy minuciosamente sobre los principios si estos no quedaban claros para su entendimiento. Cuando José vio que él tenía dudas con respecto a la virtud de este orden celestial, le pidió que fuera y preguntara al Señor sobre esto, y que recibiría un testimonio para sí mismo.
"El Obispo, con su esposa, a quien se le llamaba Madre Whitney por muchos años, se apartaron juntos a un lugar y en unión suplicaron al Señor que les diera un testimonio si el principio venía de Él o no; y siempre testificaron después que ambos recibieron una manifestación y que fue tan poderosa que jamás podrían interpretarla de manera errónea. El Obispo nunca más volvió a dudar después de eso, y ambos le entregaron por voluntad propia a su hija, lo cual fue la mayor evidencia de que eran capaces de entregar su fe y confianza en él como un verdadero Profeta de Dios".3
Elizabeth relató su experiencia:
"José tenía la confianza más implícita en la nobleza y la integridad de carácter de mi esposo, y por esta razón le confió los principios que se exponían en aquella revelación [DyC 132], y también le dio el privilegio de leerlo y hacer una copia [hecha por Joseph C. Kingsbury], creyendo que estaría perfectamente a salvo con él... Mi esposo me reveló estas cosas. Siempre habíamos sido unidos, y teníamos la fe y la confianza más absoluta el uno hacia el otro. Meditamos el asunto continuamente, y oramos incesantemente para que el Señor nos concediera una manifestación especial concerniente a esta doctrina nueva y extraña. El Señor fue muy misericordioso con nosotros; nos reveló Su poder y gloria. Al parecer, fuimos envueltos en una visión celestial, un halo de luz nos rodeó, y en nuestro mismo pecho nos sentimos convencidos de que Dios había oído y aprobado nuestras oraciones e intercesiones ante él. Nuestro corazón se consoló y nuestra fe se hizo tan perfecta que estuvimos dispuestos a dar a nuestra hija mayor, entonces de diecisiete años, a José en el orden del matrimonio plural. Poniendo a un lado nuestras tradiciones y antiguos conceptos acerca del matrimonio, se la dimos por consentimiento mutuo".4
A pesar de las confirmaciones espirituales, el proceso fue difícil para Elizabeth, la madre de Sarah. El hijo de Sidney Rigdon, J. Wycliffe, al parecer estuvo al tanto de los acontecimientos, pues escribió en 1904: "En 1843 y 1844, era común el rumor entre los miembros de la Iglesia de que José Smith se había casado con Sarah Ann Whitney... Hablé con su madre, la Sra. Whitney en Salt Lake City en 1863. La señora, ya entrada en años, me contó cuán mal se sintió cuando José Smith le expuso el tema, cuánto lloró al solo pensarlo, pero al final el Profeta obtuvo su consentimiento".5
El sellamiento de Sarah Ann Whitney con José Smith fue también peculiar, dado que se dio una revelación, fechada el 27 de julio de 1842, que indicaba específicamente las palabras que el padre de Sarah, el obispo Newell K. Whitney, debía usar para efectuar la ceremonia:
"De cierto, así dice el Señor, a mi siervo N. K. Whitney. El asunto que mi siervo José Smith te ha hecho saber, y también a tu familia, y al cual has accedido, es justo delante de mis ojos, y coronará vuestra cabeza con inmortalidad y vida eterna a toda tu casa, tanto jóvenes como ancianos, por causa del linaje de mi Sacerdocio, dice el Señor. Será sobre ti y sobre tus hijos después de ti, de generación en generación, en virtud de la Santa promesa que ahora hago sobre ti, dice el Señor.
"Estas son las palabras que pronunciarás sobre mi siervo José [Smith] y tu hija, S. A. [Sarah Ann] Whitney. Ambos se tomarán de las manos y tú dirás:
"Ustedes dos, llamándoles por su nombre, aceptan ser compañeros, el uno al otro, mientras tengan vida, guardándose el uno al otro de las demás personas, y también por toda la eternidad, reservando solamente aquellos derechos que se dieron a mi siervo José [Smith] por revelación y mandamiento, y por la Autoridad legal en épocas pasadas.
"Si ambos aceptan entrar en el convenio y hacen esto, entonces te doy a ti, S. A. [Sara Ann] Whitney, mi Hija, a José Smith, para ser su esposa, para observar todos los derechos que entre ustedes pertenecen a tal condición. Lo hago en mi propio nombre y en nombre de mi esposa, tu madre, y en el nombre de mis Santos Progenitores por el derecho de nacimiento, el cual viene del Sacerdocio que me fue conferido por revelación y mandamiento, y por la promesa del Dios viviente que Jetro y otros de los Santos Padres obtuvieron por el Santo Melquisedec, mandando en el nombre del Señor que todos esos poderes se concentren en ustedes y mediante su posteridad para siempre.
"Todas estas cosas lo hago en el nombre del Señor Jesucristo, que por medio de este orden Él pueda ser glorificado, y [que] por medio del poder de la unción, David pueda reinar como Rey sobre Israel, el cual será revelado más adelante. Que de hoy en adelante la inmortalidad y la vida eterna sean selladas sobre su cabeza por siempre jamás".6
Esta revelación es única por muchas razones. Empieza refiriéndose a un "asunto" que José había enseñado a los esposos Whitney, sin duda, eran los principios del matrimonio plural. La revelación asegura a Newel que este "asunto" al que él había "accedido", era "justo", y supuestamente autorizaba el matrimonio plural entre el Profeta y Sarah Ann. El texto especifica que el matrimonio era "mientras tengan vida" y "también por toda la eternidad", o sea, por tiempo y eternidad. Contiene referencias a "todos los derechos que entre ustedes pertenecen a tal condición... [y] que todos esos poderes se concentren en ustedes y mediante su posteridad para siempre", indicando que era posible que provinieran hijos de esta unión. No se ha hallado evidencia de intimidad sexual, pero el texto parece darles autorización para "multiplicarse y henchir la tierra" (véase DyC 132:63). (Hacer clic aquí para ver evidencias de posibles relaciones conyugales).
Orson F. Whitney, el sobrino de Sarah Ann e hijo de Helen Mar Kimball y Horace Whitney, escribió este relato:
"Este lazo afectivo [entre los Whitney y José Smith] se fortaleció e intensificó después que se diera en matrimonio a Sarah, la hija mayor del Obispo, en obediencia a la revelación de Dios. Esta muchacha tenía solo diecisiete años de edad, pero tenía una fe implícita en que la doctrina del matrimonio plural, tal como fue revelada y practicada por el Profeta, tenía un origen celestial. Ella fue la primera mujer, en esta dispensación, que fue dada en matrimonio plural por mutuo acuerdo y con el consentimiento de ambos padres. Su padre mismo ofició la ceremonia. La revelación que ordenaba y consagraba esta unión sí existe, aunque nunca fue publicada. Lleva la fecha del 27 de julio de 1842, y fue dada mediante el Profeta al abuelo del escritor, Newel K. Whitney, cuya hija, Sarah, se convirtió en la esposa de José Smith por el tiempo y por toda la eternidad".7
Aparentemente, José Smith sabía que Horace Whitney, el hermano de Sarah Ann, trataría de evitar su matrimonio plural con el Profeta. Helen Mar Kimball Whitney, quien se casó con Horace después del martirio, recordó:
"Sarah Ann dio este paso por su propia y libre voluntad, pero tuvo que hacerlo sin darlo a conocer a su hermano [Horace Whitney], quien le hizo sufrir tanto, así como a su madre, que no pudieron abrir sus corazones ante él. Pero José tenía miedo de que lo divulgara, creyendo que los muchachos Higbee podrían poner a Horace contra él, puesto que ya habían causado serios problemas, y por esta razón le incentivó para que fuera al este, lo cual Horace no tardó en aceptar. Él había tenido una ligera sospecha de que no todas las historias sobre José Smith se creaban sin fundamento. Pero nunca lo dijo, ni se enteró de los hechos hasta que regresó a Nauvoo, y fue cuando Sarah se adelantó a decirle todo. Esto fue una gran piedra de tropiezo, al saber la actitud que se había tomado hacia él, la cual fue difícil de ignorar. Pero José siempre le había tratado con la mayor bondad desde que vino a vivir a a la casa de su padre en Kirtland".8
Un mes después de su sellamiento, el Profeta se escondió y estuvo solo. Él escribió a Newel, Elizabeth, y a Sarah Ann Whitney, el 18 de agosto de 1842:
"Queridos y amados Hermano y Hermana Whitney, y etc.
"Tomo esta oportunidad para comunicar algunos de mis sentimientos, de forma privada en esta ocasión, el cual quiero que los tres guarden Eternamente en su propia alma; porque mis sentimientos por ustedes son muy profundos desde lo que ha sucedido recientemente entre nosotros; que el tiempo de estar distanciados parece interminable y deprimente, que parece como si no pudiera vivir más de esta forma. Y si los tres vinieran a verme en este retiro solitario en el que estoy, me brindarían un gran alivio a mi mente; si aquellos con quienes me relaciono en realidad me aman, hoy es el tiempo de proporcionarme socorro, en los días de mi exilio, porque ustedes saben que les predije que esto pasaría. Ahora estoy donde Carlos Graingers, justo atrás de la granja del Hermano Hyrams; está a solo un kilómetro y medio del pueblo. Las noches son, en verdad, muy placenteras. Los tres pueden venir a verme en la primera parte de la noche. Que el Hermano Whitney venga un poco más adelante, y golpee la ventana de la casa que está en la esquina hacia el sudeste, al lado del campo de maíz. Tengo una habitación solo para mí. Todo este asunto puede atenderse con la más perfecta seguridad; sé que es la voluntad de Dios que vengan a consolarme ahora, o de ningún modo, en este momento de aflicción. Ahora o nunca, este es el tiempo, pero no necesito decirles tales cosas, porque conozco la bondad de sus corazones, y que ustedes harán la voluntad del Señor cuando se les haga saber. Solo deben tener cuidado de ver cuándo vendrá Emma [Smith], porque no estarán seguros, pero cuando no esté aquí, tendrán una perfecta seguridad. Solo sean cuidadosos de escapar de la mirada de otros tanto como sea posible, sé que es una acción heroica, sin embargo, mientras más grande es la amistad, mucho más es el gozo. Cuando les vea les contaré todos mis planes. No puedo escribirlas en papel. Quemen la carta tan pronto como la lean. Mantengan todo guardado en su corazón, mi vida depende de ello. La razón por la que quiero verles es para sellar la plenitud de mis bendiciones sobre nuestra cabeza, etc. Ustedes perdonarán mi sinceridad sobre este tema, cuando consideren cuán solo me encuentro. Sus buenos sentimientos saben cómo tolerar cada cosa mía. Concluyo mi carta. Creo que Emma [Smith, su primera esposa] no vendrá esta noche, si es que ella no consigue llegar. Me suscribo como el amigo y compañero más obediente y afectuoso para ustedes".9
Linda King Newell and Valeen Tipetts Avery escribieron: "Esta carta indica que Emma no sabía sobre el matrimonio de José con Sarah Ann".10 Por lo tanto, era necesario evitar una confrontación entre Emma y Sarah Ann (junto con sus padres) aún en la oscuridad de Nauvoo.
En la carta, José mencionó su deseo de "sellar la plenitud de mis bendiciones sobre nuestra cabeza", haciendo alusión al sellamiento eterno del matrimonio de Newell y Elizabeth. Al parecer, los tres no se unieron al Profeta esa noche. Todd Compton explicó: "Es evidente que había más ordenanzas que Smith quería efectuar para los Whitney. Esta no es solo una reunión entre un esposo y su esposa plural; es una reunión con la familia de Sarah, en un aspecto religioso... Tres días después, el 21 de agosto, Newel y Elizabeth Whitney se sellaron por tiempo y eternidad".11
La relación de Sarah Ann con José Smith fue fuera de lo común en otro aspecto. Parece que en alguna ocasión, en la primera mitad de 1843, surgieron sospechas sobre su matrimonio plural. A fin de neutralizar cualquier inquietud que pudo haber existido entre los miembros, los no miembros, o tal vez entre los oficiales de la ley sobre su relación, el Profeta pidió a Joseph C. Kingsbury que se casara con ella por vía civil.12
Las promesas de una familia eterna por medio de las llaves para sellar de José Smith, motivaron a Kingsbury a ayudar al Profeta:
"Trabajé en la Tienda de José Smith, bajo la dirección del Obispo Newel K. Whitney, hasta el otoño de 1842; y el día 16 de octubre, mi Esposa Caroline Murió... cuán agradecido me sentí al pensar que la vería y me reuniría con ella otra vez, para gozar de una mutua compañía para siempre, sin separarnos jamás, junto con mis pequeños hijos... y el 29 de abril de 1843, yo, de acuerdo con el concilio del Presidente José Smith y de otros, acepté quedarme al lado de Sarah Ann Whitney, ya que supuestamente era su esposo, y simulé tener un matrimonio con el fin de llevar a cabo los propósitos de Dios en los últimos días, de los que se habló por boca del profeta Isaías, Jeremías, Ezequiel y también José Smith; y que Sarah Ann recibiría gran gloria, Honra y Vidas Eternas, y yo también recibiría Gran Gloria, Honra y Vidas Eternas, con el pleno deseo de mi corazón de tener a mi compañera Caroline en la primera resurrección, para salir a recibirle, y nadie tendrá poder para apartarla de mí, y Ambos seremos coronados y nos sentaremos en tronos juntos en el Reino Celestial de Dios, disfrutando de nuestra compañía en todo sentido de la plenitud del Evangelio de Jesucristo, y nuestros pequeños con nosotros, ya que está registrada en esta bendición que el Presidente José Smith Selló sobre mi cabeza el día veintitrés de marzo de 1843, como se indica a continuación".13
Desde entonces, Joseph C. Kingsbury actuó como un "esposo en apariencia", y vivió con Sarah en la misma casa, y aparentaban estar casados. La relación entre Sarah Ann Whitney, José Smith y Joseph C. Kingsbury es única porque representa el único sellamiento con una mujer que se casó por vía civil después de una ceremonia de matrimonio eterno. Es decir, primero José Smith se selló a Sarah, y diez meses después se casó de forma legal con Kingsbury.
El investigador Michael Marquardt resumió:
"Sarah Ann Whitney se casó con José Smith el 27 de julio de 1842. Nueve meses después, el 29 de abril de 1843, se casó [por vía legal] con Joseph C. Kingsbury, oficiando la ceremonia el mismo Profeta José Smith. Ella tenía dieciocho años. Al parecer, José Smith se casó con Sarah Ann Whitney por el tiempo y por toda la eternidad, y la entregó por un tiempo a Joseph C. Kingsbury, en una ceremonia de matrimonio simulada". 14
Años después, en 1880, Kingsbury pasó factura a la Iglesia por su apoyo económico a Sarah Ann. La nota decía: "El 23 de nov. de 1880, Joseph C. Kingsbury pidió a John Taylor que debía remitirse una deuda de $8000 a la iglesia en consideración por los servicios que él había ofrecido al Profeta José en Nauvoo, y después de salir de allí, de mantener a una de sus esposas, Sarah Whitney, hija del Obispo N. K. Whitney".15 No se sabe si John Taylor, el Presidente de la Iglesia, accedió a su petición.
No se conocen los detalles sobre la relación entre Sarah Ann y José. Helen Mar Kimball recordó que cuando su padre le enseñó acerca del matrimonio plural en mayo de 1843, "aprovechó la primera oportunidad de presentarme a Sarah Ann [Whitney] como la esposa de José". Y que "esto me sorprendió enormemente".16
Después de la muerte de José Smith, Sarah se casó con Heber C. Kimball el 17 de marzo de 1845, "por el tiempo", finalizando su matrimonio ficticio con Kingsbury. Ella tuvo siete hijos de su unión con Kimball, dos de los cuales murieron en su infancia. Orson F. Whitney describió a Sarah como "una mujer de maravilloso carácter, respetada por las otras esposas y sus hijos. Ella se dedicó enteramente a sus propios hijos y a Heber C. Kimball".17 Ella permaneció firmemente arraigada en la Iglesia hasta su muerte en 1873.
Evidencias de Matrimonio Plural
Para obtener mayor información, véase "Las esposas plurales de José Smith después del Martirio".
-
Orson F. Whitney, Through Memory’s Halls (Independence: Zion’s Printing and Publishing Company, 1930), 13. (atrás)
-
Joseph F. Smith Affidavit Books, Biblioteca de Historia de la Iglesia, 1:36; véase también 1:72. (atrás)
-
Helen Mar Kimball Whitney, “Scenes in Nauvoo After the Martyrdom of the Prophet and Patriarch”, Woman’s Exponent 11 (1 de marzo de 1883): 146. (atrás)
-
Edward Tullidge, The Women of Mormondom (New York City: n.p., 187), 7, 368–69; Elizabeth Ann Whitney, “A Leaf from an Autobiography”, Woman’s Exponent 7, no. 14 (15 de diciembre de 1878): 105; véase también Carol Cornwall Madsen, ed., In Their Own Words: Women and the Story of Nauvoo (Salt Lake City: Deseret Book Co., 1994), 202. (atrás)
-
John W. Rigdon, carta para “Arthur Willing, Elder”, 20 de feb. de 1904, (escrito desde Brooklyn, Nueva York) MS 14595, Biblioteca de Historia de la Iglesia, páginas 6–7. (atrás)
-
Revelación para Newell K. Whitney, 27 de julio de 1842. Manuscrito original en la Biblioteca de Historia de la Iglesia; citado en Michael Marquardt, The Joseph Smith Revelations: Text and Commentary (Salt Lake City: Signature Books, 1999), 315–16; véase también "Revelations in Addition to Those Found in the LDS Edition of the D&C" en New Mormon Studies: A Comprehensive Resource Library, CD-ROM (Salt Lake City: Smith Research Associates, 1998). (atrás)
-
Orson F. Whitney, The Contributor 6, no. 4 (January 1885) : 131. (atrás)
-
Helen Mar Kimball Whitney, “Scenes in Nauvoo After the Martyrdom of the Prophet and Patriarch”, Woman’s Exponent 11, no. 19 (March 1, 1883): 146. (atrás)
-
Joseph Smith, Jr., a Newel K. Whitney, Elizabeth Ann Whitney, etc., 18 de agosto de 1842, Biblioteca de Historia de la Iglesia; copia de la holografía en posesión del autor. El texto y la firma de este documento provienen de la mano de José Smith, hijo. Este documento se ha reproducido en Dean C. Jessee, The Personal Writings of Joseph Smith (Salt Lake City, Utah: Deseret Book Co., 1984): 539–40. Se ha actualizado la gramática y la puntuación para una mayor comprensión, pues el texto original da evidencias de una persona con mucha falta de preparación en redacción, pero con sentimientos e ideas muy profundas. (atrás)
-
Linda King Newell y Valeen Tippetts Avery, Mormon Enigma: Emma Hale Smith (Garden City, NY: Doubleday and Company, 1984), 125. (atrás)
-
Todd Compton, In Sacred Loneliness: The Plural Wives of Joseph Smith (Salt Lake City: Signature Books, 1997), 350. (atrás)
-
No he encontrado evidencia de un complot para exponer al Profeta y a Sarah Ann, así que puede ser que haya habido otra razón que indujera la realización de este matrimonio ficticio. (atrás)
-
Joseph C. Kingsbury, “History of Joseph C. Kingsbury”, (fotocopia del manuscrito), en Ronald e Ilene Kingsbury Collection, MS (manuscrito) 522, Box (caja) 3, Fólder 2, página 13, Marriott Library. (atrás)
-
H. Michael Marquardt, The Strange Marriages of Sarah Ann Whitney to Joseph Smith the Mormon Prophet, Joseph C. Kingsbury, and Heber C. Kimball (Salt Lake City: Modern Microfilm, 1973; rev. ed., Salt Lake City: Utah Lighthouse Ministry, 1982), 18. (atrás)
-
L. John Nuttall Notes for J. Taylor Office Jrnl (Notas de L. John Nuttall para el diario de la oficina de John Taylor), HDC, d (documento) 1346; citado en D. Michael Quinn Papers—Addition—Uncat WA MS 244 (Acceso:1999-02-09) Box (caja) 1, Yale University Special Collections. (atrás)
-
Helen Mar Kimball Whitney, “Scenes in Nauvoo After the Martyrdom of the Prophet and Patriarch”, Woman’s Exponent 11, no. 19, (1 de marzo de 1883): 146. (atrás)
-
Orson F. Whitney, Life of Heber C. Kimball (Salt Lake City, 1888; 2da ed., 1945), 419. (atrás)